Cinco meses de veda han dado de sí un resultado favorable. La pesca sin muerte, a pesar de la sequía, ha sido esencial

La temporada de pesca, cinco meses después del inicio de la veda, ha resultado bastante positiva, incluso mejor de lo esperado dada la sequía que ha afectado a la provincia. A pesar de ello los números constatan una situación más favorable que años precedentes en especial ayudados por la nueva normativa de pesca sin muerte que ha supuesto que, sin obviar los condicionantes climatológicos, los pescadores hayan podido vivir jornadas positivas a lo largo y ancho de los ríos leoneses.

Con menos agua que años pasados pero con una población truchera importante, desde el 1 de abril los amantes de la caña y el anzuelo han podido dar rienda suelta a su afición. E incluso pueden hacerlo en las próximas semanas, aunque en este caso exclusivamente para la pesca sin muerte ya que ayer mismo finalizaba en los lugares que no lo había hecho ya (algunos lo hacía el 21 de julio y otros el 31 de agosto). Eso sí, hasta el 15 de octubre que será la fecha final.

Respecto a los ríos la algunos como el Órbigo, el Porma y el Esla presentan todavía condiciones bastante favorables que otros escenarios como el Omaña y el Duerna aunque en general todas ellas son proclives para la pesca.

Salvo los ríos Cabrera y Eria a los que el incendio de La Cabrera y la posterior lluvia que ha arrastrado ceniza ha llevado a que en el caso del Eria la pesa ya no se pueda realizar mientras que en el Cabrera la situación es muy similar al verse afectada de manera importante el ecosistema acuífero y en especial las poblaciones de truchas que hasta hace unas fechas eran bastante notables.

Un dato negativo para una temporada de pesca que sin duda alguna ha traído consigo datos bastante positivos para los miles de pescadores con licencia en la provincia que veían con escepticismo una campaña que se ha tornado de negra a contar con un color azul. Eso sí, con cierta irregularidad en cuanto a los ríos con algunos de ellos proclives para la práctica de la pesca y otros, como viene siendo habitual en los últimos años, que van a la cola y cuya productividad para la pesca se aleja de la adecuada.

Por delante queda mes y medio para que la veda en cuanto a la pesca sin muerte baje el telón, algo que agradecerán los pescadores que en muchos casos aún tienen el gusanillo de salir con su caña a los ríos en una provincia en la que el número de estos es relevante. Y apunta a que seguirá siéndolo por mucho tiempo.